Hoy quiero confesar que me he despertado profunda e inspirada y eso, aunque me encantaría que fuera a diario para tener siempre grandes posts y cosas de valor que contar, déjame que te diga que no es así. A veces estoy más bloqueada que cualquiera de mis chakras y me cuesta que la inspiración aparezca por mi cabecita. Pero hoy, por suerte, no y quiero hablar de un tema que a priori suele parecer muy profundo y a veces confuso.

Quiero hablar sobre la espiritualidad. Ese tema, a veces complicado de explicar porque dependiendo quién te lo cuente te cuenta una cosa u otra y te quedas con la sensación de que sigues sin entender nada.

La espiritualidad se da en cada uno de nosotros, es lo más natural del mundo. Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana. Somos más que un cuerpo, somos un alma con un potencial inmenso. Estas conectada con tu espiritualidad siempre que escuchas lo que realmente quiere tu corazón y escuchas y haces caso a tu intuición.

Estoy convencida que cada vez que has hecho caso a una corazonada no te has confundido. Pero muchas veces no le damos su espacio o no queremos escuchar esas corazonadas porque a priori parecen muy locas. Pues bien, para poder conectar mejor con tu intuición y dejar de dudar de ella, te animo a que practiques yoga, meditación o cualquier otra herramienta de autoconocimiento que te ayude a escuchar mejor tu voz interior. Eso es la espiritualidad, escuchar lo que tu corazón tiene que decirte, suele enviar mensajes muy claros.

Escucha lo que tu corazón tiene que decirte, suele enviar mensajes muy claros.

Te hago un resumen de las 3 cosas que para mí personalmente son la espiritualidad, de la forma más sencilla que pueda.

1º La espiritualidad es estar conectada contigo misma.

Ser fiel a quien eres de verdad y a tus verdaderos anhelos del alma. Dicho de otra forma, es estar conectada en todo momento a cómo te sientes y en función de ello actuar de la mejor manera para ti y no para el resto de la sociedad, que es como nos han enseñado que debemos comportarnos y a eso debo de decir, no, no, no. Porque si siempre terminas haciendo lo que quieren o esperan de ti los demás ¿dónde te quedas tú? Probablemente con sensación de frustración y de vacío.  Con sensación de desconexión contigo misma. Y con esto vamos a la segunda cosa que he aprendido sobre la espiritualidad.

2º Se fiel a ti misma.

Cuanto más fiel seas a ti misma, más seguridad y confianza tendrás, más te valoraras y amarás y cuanto más te quieras a ti, más amor podrás dar a los demás y mayor contribución podrás hacer al mundo. Sé el cambio que quieres en tu vida.

3º No tienes que ser un ser elevado.

Ni tampoco hacer siempre lo que se supone que tienes que hacer para agradar a los demás. A veces lo más espiritual que puedes hacer por ti misma es mandar a alguien a pasear. Las personas más espirituales que he conocido suelen ser de los más ordinarias, pero de una forma extraordinaria y las que más firmen pisan sobre la tierra.

¡Y hasta aquí el post de hoy! Espero que me haya explicado bien. Pero oye, esa es mi opinión personal, para ti puede ser otra.

¡Cuéntame en comentarios que es para ti la espiritualidad!

¡Y ahora si me despido hasta la semana que viene!

“Deja lo que no es, pero parece ser. Busca lo que es, pero no es evidente” –Rumi-