¡Hola a todos!  

Cuando empecé a practicar yoga no sabía la cantidad de beneficios que me aportaría, solamente sabía que lo necesitaba por el estado de ansiedad y estrés que tenía generado a consecuencia de mi trabajo.

Llevaban tiempo animándome a practicar, pero yo que me había dedicado toda la vida a la danza pensaba que el yoga iba a ser demasiado flojo para mí. Tenía la idea generalizada como muchas otras personas de que el yoga era demasiado light y qué confundida estaba, sí que hay estilos de yoga más relajados pero también hay otros estilos mucho más potentes y dinámicos de lo que la gente que nunca ha practicado se imagina. Yo me encaminé por esos senderos y fue donde conocí el estilo Vinyasa, un estilo de yoga dinámico y fluido que va mucho conmigo. Y lo que comenzó de una manera casual para poder mitigar mi estrés, se terminó convirtiendo en mi estilo de vida.

Al poco de empezar a practicar comencé a notar los efectos maravillosos del yoga, nos los tuve que buscar, estaban ahí y sin saber porqué, me sentía mucho mejor, a veces no hay que saber de dónde vienen las cosas y simplemente aceptar que están ahí y que funcionan. En nuestra sociedad tendemos a racionalizarlo todo y por supuesto yo no iba a ser menos jeje, por eso, entre otras cosas, me formé como profesora de yoga, porque quería adentrarme en las entrañas de esta filosofía y entender desde dentro por qué te hace sentir tan bien.

Al poco de empezar a practicar comencé a notar los efectos maravillosos del yoga, nos los tuve que buscar, estaban ahí

La mayoría de las personas que llegamos al mundo del yoga, suele ser por la práctica física, porque sufrimos episodios de estrés o ansiedad o por cualquier otra razón que nos empuja a necesitar cambios en nuestra vida. Parece paradójico, pero sin conocer de antemano sus efectos quieres probarlo porque confías en que te ayudará. De lo que no cabe duda es que una vez comienzas a practicar te quedas por muchos motivos y algunos de esos motivos son que calma la mente, libera el cuerpo de tensiones, fortalece, tonifica y da flexibilidad al cuerpo, te llena de energía, eliminas toxinas, rejuvenece, corrige la postura, aporta agilidad, mejora la concentración, equilibra el sistema nervioso, te reconecta contigo mismo, ayuda a dormir mejor, mejora el sistema endocrino, mejora la circulación sanguínea, tienes más seguridad y confianza en ti mismo…

Podría seguir escribiendo beneficios pero lo mejor es que los compruebes por ti mism@, así que no lo dudes más y ve a esa escuela de yoga que siempre ves de camino al trabajo, o a la que está al lado de tu casa o de tu centro de estudios o crea tu propio grupo con tus amig@s, familiares o vecin@s o toma clases particulares. Hay un sinfín de oferta en el mercado y seguro que encuentras la que mejor se adapta a tus necesidades.

 

<Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo > – By Albert Einstein