¡Hola querid@s!

¿Conocéis la palabra Dharma? Supongo que alguno si y otros no. A mí es una palabra que últimamente me apasiona y ¿por qué? Pues, ¡porque su significado no me puede gustar más! Dharma en sánscrito, significa propósito de vida.

Dicen que estas en Dharma cuando no hay nada en el mundo que te gustaría hacer más que eso que estés haciendo, es decir, qué si eres bailarina profesionalmente y no hay otra cosa en el mundo que te gustaría hacer más que bailar, es que estas en tú propósito de vida. ¿No es maravilloso?

También dicen que todos hemos venido a este mundo a realizar un propósito de vida y cuando estamos en él es cuando nos sentimos realmente completos, satisfechos, felices. Ahora entiendo porque hay tantas personas que no terminan de sentirse así aun teniendo un trabajo estupendo con unos ingresos abundantes. Es porque no están en su Dharma, quizás serían más felices ganando menos, pero realizando lo que de verdad les apasiona.

En cambio, hay personas que, aunque a simple vista no sean unos triunfadores, sí que lo son, porque son realmente felices. Esta sociedad nos tiene muy engañados y atrapados diciéndonos que para ser felices tenemos que estudiar una carrera universitaria, hacer una oposición, tener un trabajo estable y fijo y no digo que a algunos no les funcione esta fórmula, que por supuesto que sí. Lo que quiero decir es, ¡que hay más opciones!

¿Como sé cual es mi Dharma?

Ahora imagino que algunos de vosotros os estaréis preguntando como podéis saber cuál es vuestro Dharma, vuestro propósito de vida, a eso he de decir que no tengo la respuesta, que la respuesta la tenéis vosotros, siempre la habéis tenido, pero tenemos muchos patrones predefinidos que no nos dejan ir en pos de nuestro Dharma.

Por ejemplo, los patrones familiares, sociológicos o geográficos. Imagínate que quieres ser surfero, pero vives en Madrid, te preguntarás y ¿como va a ser ese mi propósito de vida? Pues bien, quizás has nacido o vives en Madrid porque tenías que aprender unas lecciones ahí antes de poder embarcarte en tú propósito de vida e irte a vivir a la costa o a alguna isla y alinearte con tú ser. No sé, por poner un ejemplo.

Pero teniendo en cuenta la definición de Dharma que os he dicho antes (Estas en tú propósito de vida cuando no hay otra cosa en el mundo que quisieras hacer más que eso), creo que deberíamos escuchar más a nuestro ser y conectar con nuestras emociones, ellas son la brújula perfecta para saber cuándo algo nos gusta y cuando algo nos apasiona, ¿no?

¡Os deseo de todo corazón que encontréis vuestro Dharma, yo siento que cada día estoy más cerca del mío!

<La felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía> -Gandhi-